domingo, 10 de julio de 2011

Siempre vivirá en nuestro recuerdo; CELIA CRUZ

Azúcaaaaaaaaar!!!

Cada vez que Celia ganaba un premio internacional me sentía muy orgulloso como cubano, pero hay dos momentos de su carrera que me han emocionado especialmente; cuando cantó La Guantánamera con Luciano Pavarotti y el Burundanga que magistralmente interpretó con Lola Flores, y es que Celia podía unir su voz a los grandes de la música en el mundo con hermosa fusión.

Yo la conocí por mi abuela, que era una mujer curtida e inteligente, que siempre me dijo cuando mencionaba a Celia, que confíara mucho en las personas que todo lo logran en la vida con su esfuerzo propio y el trabajo duro. Y qué otra cosa sino, hizo esta gran artista cubana desde que adolescente, actuó en La Corte Suprema del Arte y ganó sus primeros 15 dólares cantando en un concurso de Radio García Serra en La Habana.

Celia después de varias actuaciones en Cuba, se integra en 1948 como cantante, al grupo Las Mulatas de Fuego y emprende una extensa gira por varios países latinoamericanos. Pero en 1950 se catapulta a la popularidad, cuando inicia un largo y fructífero período de trabajo, de más de 15 años, con la prestigiosa orquesta Sonora Matancera.

Los cubanos de la isla, la vieron brillar en los escenarios hasta 1960, en cabarets, programas radiales y de televisión o escuchar en sus casas los discos de vinilo de  78 rpm, que grabó. Después, la Reina de la Salsa, decide radicarse en Estados Unidos y comienza una ascendente carrera que la hace famosa en todo el mundo y logra triunfar en escenarios tan disímiles como los de Japón o el Zaire.

Todas las generaciones de cubanos la conocen en mayor o menor medida, dependiendo de la situación geográfica en la que se encuentren, pero tal como ella misma vocaliza en una de sus canciones, su voz pudo volar… y rompió barreras y fronteras.

Cuba ha tenido y tiene, dentro y fuera, una enorme cantidad de músicos, cantantes, compositores, escritores, juglares, pintores, cineastas y bailarines de gran profesionalidad, aunque siempre existan quienes, dentro y fuera, no quieran reconocer su dimensión, ignorándolos, o lo que es peor y más aberrante; politizándolos.

Celia Cruz, Omara Portuondo, Olga Guillot, Teresita Fernández, Elena y Malena Burke, Bebo y Chuco Valdés, Albita Rodríguez o Liuba María Hevia, son artistas CUBANOS; aunque hayan estado o estén radicados en Miami, Estocolmo o La Habana.

Su AZÚCAR, expresión de hermosa cubanía, la identificó, y se convirtió en un sello inigualable a la hora de llenar los espacios donde se presentó con su potente voz. Con ella me pasa lo mismo que con Omara, que vibro de emoción y añoranza cuando las escucho.

Por; Carlos Bretón.





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