Suecia ha ganado el Festival de Eurovisión que se celebró en Bakú, la capital de Azerbaiján.
Las encuestas la daban ganadora, pero como nunca se sabe si son fidedignas, teniendo en cuenta que los vecinos se votan unos a otros, había cierta expectativa.
Las abuelitas rusas, tuvieron un merecido segundo lugar y no comparto el criterio de un amigo, de que fueron votos simpatía. Posiblemente sedujo ver actuar a estas ancianas valientes, en un escenario gigantesco y con competidores tan talentosos, pero la canción era buena, la orquestación también y el montaje escenográfico fue muy trabajado.
España obtuvo un décimo lugar. Pastora Soler estuvo inmejorable. Con una calidad de voz rozando la perfección. Pero es así en un concurso de este tipo, en el que vota el público y por tanto, no siempre sale vencedor ni el mejor artista, ni la mejor canción.
Los cantantes de Albania, Lituania, Italia, Ucrania y Malta más allá de la puntuación obtenida, tienen una calidad artística palpable. Serán figuras que hay que seguir de cerca y les auguro una carrera brillante.
Aunque tengo que señalar que en este certamen hubo una excepción; Loreen que con su tema Euphoria. La chica de origen bereber, arrasó, con una puntuación superior en creces a los demás países concursantes.
En Suecia a sido celebrado con gran entusiasmo, muy lejos de la indiferencia que causó el triunfo de ABBA en el Eurovisión de 1974.
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